Ilustración: Creación de Adán. Sandra Betancort.
“La acción se completa en la intersubjetividad”.
Umberto Eco
He conocido en persona a Daniel Goleman, el gurú de la Inteligencia Emocional. De su charla ha quedado retumbando una y otra vez el tema de la neurona espejo. Al menos, a mi jefe, le ha impactado mucho, porque según él, él la tiene cuarteada. Yo no lo creo, pero cada quien se defiende como quiere.
Las neuronas espejo forman parte de un sistema de percepción y de ejecución cerebral que activa las regiones específicas de nuestra corteza motora cuando vemos que se mueve una mano u otra parte del cuerpo de otra persona, como si nosotros mismos también nos moviéramos aunque no lo hagamos.
Gracias a estas neuronas, entre otros factores, se producen los procesos de identificación esenciales. Las áreas del cerebro donde se encuentran estas neuronas también añaden intenciones a las acciones si son presentadas en un contexto. Hasta ahora, se pensaba que este tipo de neuronas sólo estaban implicadas en el reconocimiento de acciones, no en su interpretación. Vaya listillas.Esto es la base de lo que hoy se conoce como Teoría de la Mente, según la cual cuando somos testigos de cualquier actividad realizada por alguien en general tendemos a asignarle algún significado. Tendemos a explicarnos los comportamientos de los demás de tal manera que nos resulten consistentes - ¿? - y que otorguen cierta continuidad al devenir de las acciones de los otros y al discurrir de nuestros propios pensamientos.De esta forma, cuando un sujeto realiza acciones -simples o complejas-, estas acciones van acompañadas de la captación de las propias intenciones que impulsan a hacerlas. Se forma así una articulación en el psiquismo de modo que la propia acción queda asociada a la intención que la puso en marcha. Cada intención queda asociada a acciones específicas que le dan expresión, y cada acción evoca las intenciones asociadas. Eso lo sabía ya antes Eugene Ionesco, padre del teatro del absurdo, cuando dijo que “toma un círculo, acarícialo, y se convertirá en vicioso”.
Lo bueno de esto es que además de aumentar el conocimiento de las funciones cerebrales, esto de la neurona espejo proporciona pautas para el desarrollo de determinados tratamientos basados en la imitación. Suena cojonudo: Mira cómo me curo. Imítame. Bromas aparte, estoy segura que en el autismo, por ejemplo, esto ayudará bastante.
Lo malo es que esto “emocionalmente” es una teoría tirando a putada. O a clarividencia.
¿Esto quiere decir que cuando nos sacude el desamor o la decepción hemos sido los primeros en tirar la piedra?
Quid pro quo…
3 comentarios:
Gracias a que pude disfrutar de Goleman también, y a que he leído el prólogo de su libro "Inteligencia social" (valga aquí como publicidad gratuita), tengo que decir algo a favor de estas neuronas espejo: "los circuitos sociales de nuestro cerebro se ponen en marcha en cualquier encuentro, no importa si nos hallamos en el aula, en el dormitorio o en la sala de ventas. Estos circuitos están activos cuando la mirada de los amantes se cruza y se besan por vez primera, cuando reprimimos el llanto, y también explican la intensidad de una charla apasionante con un amigo" Daniel Goleman. Ojalá la decepción no sea siempre fruto de tirar la primera piedra o de estar reflejándote en un espejo... sino de alguna otra neurona más haciendo de las suyas en el cerebro...
Increíblemente interesante, inesperadamente inoportuno para mí, este comentario sobre la teoría de Goleman. Pero, se me ocurre...¿No puede ser, la teoría de la neurona espejo, interpretada emocionalmente "a la viceversa"? Es decir, ¿No puede ser también un proceso de aprendizaje en que, tras observar (¿o "padecer"?) el comportamiento o actitudes de otr@s se sienten las bases para "interpretar" los hechos previos a esos comportamientos o actitudes como indicadores, como síntomas, como "pre-avisos" de esos otros comportamientos, que pueden ser perjudiciales para nosotros y, entonces, nos sirvan para ponernos a la defensiva, con las consecuencias de distanciamiento emocional y relacional que esto puede suponer...¿Podría ser una respuesta al actual "distanciamiento emocional" o "autosuficiencia" que algunos percibimos en cierta parte de nuestra sociedad actual?
POr otro lado,no puede ser esta "cadena de aprendizaje" una respuesta a la "cadena de daño" que emocionalmente nos hacemos unos a otros en las relaciones de pareja...No sé...No sé...Tengo que leer de nuevo a Goleman...y su "Inteligencia Social".
Encantada de haberte conocido a través de la palabra escrita...aún así, como nuestras pequeñas neuronas espejo prefrontales, sigo prefiriendo la mirada directa y su interpretación a este tipo de comunicación irreal.
Mi alma huele a chocolate con naranja
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