Según unos investigadores suizos que han hecho este estudio, las personas sabemos compartir a partir de los 7 años, cuando desarrollamos algo que llaman el "comportamiento prosocial". He leido la reseña del experimento aquí, y no he podido evitar dejar de pensar en la fascinante teoría de juegos.
Hace poco, en una discusión dialéctica, cuestionaba si la seducción era o no un juego de suma cero. No lo tengo claro, supongo que depende de las circunstancias y de los implicados. En cualquier caso, lo que tengo un poco más claro es que siendo un juego de información perfecta, muchos actuamos como si se tratara de información completa. De allí los prejuicios, los miedos, las mezquindades. Cuánto nos podríamos ahorrar de entenderlo mejor.
Seríamos más generosos. Quizás una de las más contundentes muestras de generosidad, con uno mismo y con los demás, es la confianza. Información perfecta.
Jugar en tiempo real.
Hace poco, en una discusión dialéctica, cuestionaba si la seducción era o no un juego de suma cero. No lo tengo claro, supongo que depende de las circunstancias y de los implicados. En cualquier caso, lo que tengo un poco más claro es que siendo un juego de información perfecta, muchos actuamos como si se tratara de información completa. De allí los prejuicios, los miedos, las mezquindades. Cuánto nos podríamos ahorrar de entenderlo mejor.
Seríamos más generosos. Quizás una de las más contundentes muestras de generosidad, con uno mismo y con los demás, es la confianza. Información perfecta.
Jugar en tiempo real.
2 comentarios:
Concurren demasiados imponderables. Incluso si consiguiera articular alguna palabra ante las rubias con tanga, dudaría de la eficacia del mensaje.
El secreto en el arte de la seducción tal vez pase por no darle tanta importancia a determinados aspectos... rubias con tanga o sin él... Yo creo que nos olvidamos del fin último y definitivo de todo, también de la seducción. Nos olvidamos del placer... que no es otra cosa que el disfrute de la vida...
Luis
Publicar un comentario