Ilustración. Abriendo los ojos y el corazón. Nicoletta Tomas.
Últimamente no hacen más que nacer niños a los que quiero antes de que lloren por primera vez. Es más, a los más cercanos los he llegado a conocer antes que sus padres, quienes afortunadamente entienden bastante bien esta ventaja.
Se me aparecen en sueños. Sí, en sueños. Yo al principio no me lo creía, pero ahora me rindo a las evidencias.
Para mi es el mínimo consuelo, tomando en cuenta que sólo esporádicamente podré disfrutarlos.
Y que conste que afortunadamente no siento aún los rigores del reloj biológico.
Pero el reloj de los afectos hoy da campanadas. Hoy nace mi Alma, aunque en un fervor religioso su madre quiera llamarle con una advocación a la virgen, convencida que así los poderes celestiales las protegerán más y mejor. Yo es que me quedo con la elección primera de su padre, mi hermano.
El primer regalo que le he comprado han sido unas zapatillas. Conjuro con ello que sus pasos la lleven tan lejos como lo disponga su alma.
Hoy me prometo escribirle historias del mundo que recorro, para que lo conozca a través de mi mirada mientras va encendiendo la suya.
Encender. Esa palabra me gusta para ella. Hoy, sin ir más lejos, nos enciende el alma.
2 comentarios:
q lindo que sigan llegando a tu vida nuevos amaneceres
Gracis Lil.
Publicar un comentario