lunes, 4 de diciembre de 2006

Robarse

un cuento en 125 palabras (2004)

Ilustración: El abrazo. Maria Clara Rossi.

Él desapareció de su vida posible una noche en aquella plaza del centro de Maracaibo, cuando no se atrevió, no se atrevieron, ninguno de los dos, a robarle el otro a la noche. Si en una trasgresión del tiempo, alguna vocecilla les hubiese pronosticado que luego él se quedaría esperándola en el aeropuerto mientras ella lo extrañaba al otro lado del mundo se hubiesen sonreído –seguro incrédulos- y habrían musitado un ojalá, por aquello de esperarse y extrañarse tanto. Pero esa noche se despidieron y pasarían cuatro años, dos hijos, una boda, un desamor y un gobierno por medio –de ida y vuelta- para que volvieran a encontrarse, y esta vez si robarse y quitarle a la noche el cuerpo y la compañía del otro.

3 comentarios:

Liliana dijo...

Tal parece que nunca es tarde.

Blueyes dijo...

Niña, cuantas cosas en 4 años.
Beso

Anónimo dijo...

Esa historia, de "taimas" y retornos, no merece culminar allí. Así que le ruego una segunda parte, quizás una tercera para ligar la vencida y hasta un poco más por aquello del quinto bueno, muy bueno...