viernes, 8 de diciembre de 2006

Reír

Ilustración. Sueña sin dolor. Nicoletta Tomas.

Y yo que ya me había dispuesto a una tarde de melancolía irrebatible y sin pretextos. Hasta que se me hizo pesada y decidí leer anuncios en ese lugar de encuentros –o desencuentros, según quien lo mire-. Y allí, en una ventana apareció un pintor, con vocación de maestro pocero, pero de profesión más informática, y me pintó la melancolía -con rodillo, todo hay que admitirlo- de colores rojos y amarillos para que no pesara.
Durante horas que se hicieron días, audaces bromas llegaban a mis ojos como una lluvia imparable que me refrescaba el tedio. Y él iba haciendo de mi melancolía algo cada vez más liviano, como quien infla globos que ascienden, porque ya no pesan.
Siempre he pensado que las personas capaces de reírse de sí mismos y hacer reír a los demás tienen dos virtudes, a mi entender, capitales. Un ingenio privilegiado y una nobleza notable.
Sonreí por saber que existía, como existe la canela, como existen las palabras.
A principio de la madrugada escuché una frase que atinó certera en mi duermevela para entregarme a creerla sin desconfianzas ni más explicaciones: “Me gusta cuidar de tu melancolía”.
Luego se fue, sin mayores despedidas, sin quizás, sin hasta luegos, sin ojalás, apenas con un “hasta mañana o cuando sea, que seguro será pronto”. A se fue, dejándome un beso en mi sonrisa horizontal. Dejándome también su esencia en una broma. Sin necesidad y sin instinto.

“En realidad no damos valor a la persona, siempre olvidamos su esencia y nos quedamos con lo que parece que es o simplemente obedecemos únicamente a nuestra necesidad o instinto”.
A, maestro pocero


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué puede decir un modesto maestro pocero (pintor de cuerpos desnudos de afición) ante estas palabras de las que alguien como Bet me hace protagonista... Ella juega con ventaja, ella tiene talento, ingenio y, sobre todo, un carisma con el que es difícil encontrarse hoy en día; sé que los que la conocen sabrán de qué hablo.
En fin, en su descargo he de decir que aun no se ha dejado pintar del todo... me queda lo mejor.
Un beso Bet, en la sonrisa horizontal, claro...
A.

Nota: Alguien sabe quién descubrió el fuego?

Anónimo dijo...

Aunque no sea lo mismo descubrir que inventar, puede que descubriese el fuego la misma persona que inventó la rueda,no?

Anónimo dijo...

Este dilema de descubrir o inventar el fuego quizá sea un tema tan circular como el del huevo y la gallina...¿Inventaron el huevo o más bien dejaron descubierta a la gallina? ¿O la gallina se quedó con los huevos? ¡Nunca lo sabremos!

Con olor a canela dijo...

"Ciertamente la risa puede ser la distancia más corta entre dos cerebros, provocando un contagio irrefrenable que establece un vínculo social inmediato. Cuanto más amigos sean dos adolescentes, más atolondradamente se reirán y mayor será la sincronía que experimentarán, o dicho en otras palabras, mayor será la resonancia, hasta el punto de que para lo que un padre puede parecerle simplemente un bullicio infernal puede resultar, para su hijo, el paradigma de la proximidad". Daniel Goleman. Inteligencia Social.

Anónimo dijo...

Sin duda, para mí es otra muestra clara de "lucidez espiritual" saber identificar con presteza las cualidades de aquellas personas que se cruzan en nuestro camino y saber disfrutar de ellas, en el sentido de vivir intensamente esos "cruces" durante el tiempo que dure...Otra gran cualidad a añadir a la lista de nuestra gran amiga, nuestra gran ilusionista del conjuro de los sentimientos y las ideas con palabras...
¿Acaso la vida no es, entre otras cosas, una sucesión de cruces de caminos? unos duran más, otros menos...y hay quien elige acompañarnos un largo trecho en nuestro camino, compartiendo su tiempo, sus ideas, sus sentimientos...con nosotros.
Mil gracias, desde aquí, a tod@s l@s que, poco a poco, habéis ido cruzándoos en mi camino invitados por "ella", aunque quizá algun@s nunca leáis esto, a otros espero conservaros cerca mucho tiempo: la alegría, la sonrisa abierta y sincera,la capacidad de compartir y celebrar junt@ss ha cobrado con vosotr@s un nuevo sentido. Otra vez, mil gracias...y perdón por el "exceso filosófico-emocional" de estas líneas.