jueves, 16 de noviembre de 2006

Leónidas

Ilustración: Estrellas de mar. Stephanie Schuller.

Cada noviembre desde 1932 llegan las Leónidas. O debería decir que nosotros llegamos a ellas. La Tierra, en su traslación, atraviesa cada año por estas fechas una lluvia de meteoros, que son vistos como una lluvia de estrellas fugaces. Se pronostica que la lluvia de estrellas de las Leónidas este año será especialmente intensa.
Me llama poderosamente la atención que los científicos estudien este fenómeno por dos razones tan elementales: Una para pronosticar… el hombre y su incesante curiosidad por el futuro, para que no sea inefable. Dos para descubrir los orígenes… el hombre y su incesante curiosidad por conocer el pasado, para que no sea inefable…
¿Y el aquí, y el ahora? Quizás sólo mirando las estrellas.
Seamos menos trascendentales. Si nos regimos por la filosofía express de las pelis norteamericanas, dicen que si pides deseos al ver una estrella fugaz, éstos se cumplen. Habrá que probar.
Me permito ser absurdamente romántica y agradecer que esta lluvia sea preludio de mi cumpleaños. Me pregunto si hace 30 años mis padres vieron caer esas estrellas del cielo y pensaron que era un buen augurio.

3 comentarios:

Blueyes dijo...

Preciosos, los 3 posts. Sabes llegar.
Un beso.

Liliana dijo...

una noche oscura, frente al mar, sin faroles podrá representar tan bien una galaxia y disfrutar cuando quieras tu lluvia de estrellas sin esperar a noviembre.
Porque en noviembre la lluvia de estrellas para tus padres seguro y fue poco comparado contigo, felicidades!

Busaquita dijo...

No sé si ellos vieron estrellas. Pero tú eres una que los demás tenemos el privilegio de ver brillar a toda hora. Te dejo un abrazo.