
Es una cuestión de tiempos vitales. Yo tiro más al aire, él a la tierra -¿o viceversa?-. Y aunque parezca también una cuestión de elementos, esta tendencia igual la marca el tiempo.
¿Es menos legítimo el rasante vuelo de una gaviota al lado del sigiloso y cauto paso de un felino? ¿Es acaso más válida la pausada cadencia en el andar de los rumiantes comparada con los ligeros y sofisticados pasos equinos?
Ni mucho menos. Ni mucho más. Igual todos avanzan y se suman –no se restan-, y la perspectiva del camino de uno nunca será exactamente igual a la del otro, y quizás por eso el sortilegio de las diferencias, y desde luego de los ritmos.
Absurdo o rebuscado quizás buscar en el reino animal eufemismos que expliquen esta asincronía.
Pero es eso, es cuestión de ritmos. Un ritmo que lamentablemente y por esta vez no marca la cadencia de mis caderas, en vertical y en horizontal –sin ingenuidades a estas alturas, que la honestidad no desarma lo sublime-, sino el deseo libre de unas manos que en esta partida son las siguientes en mover.
Unas manos, las suyas. Resumen de ingenio y sensibilidad, que por confesión propia siempre tratan de hacer poesía. Y lo logran. Si algo quisiera confiar en ellas es la esperanza de que se hagan eco de su mente, si… y de su alma… y de su piel.
Acaso puede alguien negar que ambas mentes, ambas pieles, ambos ritmos hayan comenzado a componer la melodía y la armonía de alguna pieza excepcional a cuatro manos…
1 comentario:
Para nuestra lista de conversaciones pendientes: ¿"La honestidad no desarma lo sublime"?...
Por lo demás, estoy encantado y me siento un privilegiado de poder ser partícipe de este enigma que es para todos la aventura de los sentimientos, de los afectos, el cariño...¿los apegos a las personas?
Quizá la melodía no haya hecho más que empezar, pero, de cualquier forma, estoy convencido de que has sabido disfrutar y extraer toda la esencia de sus primeros acordes y que eso no te impedirá, si llegara el caso, decirles adiós con la serenidad interna que te da tu "sabiduría emocional".
De todas formas, creo que algunos no tenemos aún "el oído musical" suficientemente educado y necesitamos, para disfrutarlas, que las notas sean más explícitas, los movimientos más claros...
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