
En tiempos de la Nostalgia, miembros de las diferentes castas que habitaban la tierra media se congregaron en el valle cercano al Gran Océano que separaba los Continentes Mayores, y decidieron formar la Comunidad del Ron.
El motivo: buscar la compañía necesaria y la solidaridad inexorable –acompañantes usuales de los exiliados voluntarios- para que el Señor Oscuro no trajera de nuevo la soledad y el desánimo al corazón de los andantes.
Gandalf Mejía y Adriana Bolsón los guiarían a través del Valle de las Cenas Perpetuas, el Abismo de la Sonrisa Espontánea y las Minas de la Marcha Madrileña...
Esto podría seguir indefinidamente, así que porqué mejor no brindamos por ti, por los olores, sabores, texturas, sueños alcanzados y tareas pendientes, vividos y por vivir, y así, cada vez que juegues a las escondidas con la nostalgia no te sea difícil recordarnos con una sonrisa.
Aunque recordar quizás no sea la palabra más adecuada, por aquello de volver a pasar por el corazón. No se puede volver a pasar por un sitio del que no se ha partido...
Un abrazo y nuestra mirada, para que eches mano de ellos cada vez que se necesite.
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