El astronauta cojo, siempre atento al cielo en el alféizar de su ventana, no está seguro de que solo se pueda llegar a las estrellas en una nave conducida por ingenieros optimistas, pero como se da cuenta de que acaba de tener un pensamiento bastante hortera, enfila la cocina con prisas y sin casco, para masticar eso que llaman cena, y deja aquí na más que una dudilla: ¿volverán las entradas al planeta canela?
3 comentarios:
Por lo menos resulta curioso un blog que tras un año de desidia se despierta de su letargo con un consejo de constancia en lo positivo.
"Cuando alejas el temor y prodigas tu amistad,
cuando a un mismo cantar has unido tu voz
hay paz en tu corazón."
G.Stefan. Más allá.
Gracias por percibirme. Saludos. la danza del molinete.
El astronauta cojo, siempre atento al cielo en el alféizar de su ventana, no está seguro de que solo se pueda llegar a las estrellas en una nave conducida por ingenieros optimistas, pero como se da cuenta de que acaba de tener un pensamiento bastante hortera, enfila la cocina con prisas y sin casco, para masticar eso que llaman cena, y deja aquí na más que una dudilla: ¿volverán las entradas al planeta canela?
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